¡Hola! Con este artículo sigo con las reflexiones sobre las conexiones entre el momento vital de la maternidad y las otras facetas de nuestro ser.
Pues al día de hoy soy una mamá de 46 años con 2 pequeños duendes ya en edad de ir al cole y estoy en una fase de "reencuentro" conmigo misma.
La vida no es un camino lineal sino una sucesión de ciclos: aprendemos, integramos, florecemos, entra una nueva variable, caos y reconstrucción. Y en cada uno de estos ciclos (a veces agotadores) nos vamos haciendo más completas, más versátiles, más asentadas.
¿Quien soy hoy? es una pregunta que me hice cuando me propusieron dar una charla sobre mi "trabajo" a un grupo de alumnos de bachilerato (ver artículo InspirArte). La idea era hacer experimentar varias profesiones a estos jovenes en un momento de decisión clave para ellos.
Eso me hizo reflexionar sobre mi realidad presente y presentarme cómo artista afieltrando lana me pareció limitante. Fui investigando el porqué de esta sensación y mirando para atrás me dí cuenta de que mi proposito no era crear arte sino compartir los procesos creativos y aportar bienestar a través de un medium que considero extremadamente beneficioso, el afieltrado de lana.
Para mi la obra es sólo el punto visible de un largo recorrido, no pretendo formar artistas, pretendo enseñar cómo la práctica de una actividad creativa puede ayudar y acompañarte a lo largo de tu vida. Y lo hago enseñando a afieltrar. Escribiré otro artículo sobre porqué elegí este medium en particular pero puedes echar un vistazo a la sección de beneficios del afieltrado de lana de mi web para hacerte una idea.
Entonces miré para atrás para entender. Miré hacía la niña que hacía manualidades sin parar para alimentar un mundo bello y mágico y teñír de colores la fealtad de la guerra.
Entendí la adolescente que decidió estudiar economia porque ese era un mundo que quería conocer y que sentía que no necesitaba aprender a hacer arte porque el arte era para ella un idioma más que ya hablaba.
Agradecí a las circustancias de la vida cuando me dí cuenta que trabajar en recursos humanos ya me iba llevando a mi camino, el de las personas.
Apoyé a la mujer que lo dejó todo para ir a aprender el arte del masaje tailandés para compartir bienestar cuidando del cuerpo. Y dejé fluir a la mamá que, unos años más tarde, cayó otra vez en los brazos del arte para esta vez, explorar el cuidado de la mente a través del arte.
Y así, de trabajos en decisiones, de sufrimientos en sanaciones, fui añadiendo pinceladas al cuadro de mi vida. Un cuadro que en su momento parecía muy abstracto con sus manchas de colores vivas y desordenadas per que ahora, con la distancia de los años, se ha convertido en un cuadro impresionista perfectamente coherente.
Ahora, tras unos 3 a 4 años de búsqueda reencuentro mi equilibrio en este proyecto vital que es Mistybosk, reconecto con mi deseo de crear y compartir. Sé cual es mi espacio en este mundo, mi dirección hacía el futuro, y estoy muy agradecida.
Este ha sido mi camino, la maternidad conectó los puntos, completó el puzzle y dio sentido a todo.
¿Cómo cambió tu enfoque de vida la maternidad?¿Has cambiado de trabajo? ¿Te sientes más creativa?
Os animo a comentar, compartir vuestras experiencias, para dar pies a nuevas reflexiones enriquecedoras para todas.
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